El Consejo Andaluz de Enfermería ha elevado escrito al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones y al Ministerio de Sanidad, solicitando que realicen las actuaciones y trámites necesarios para el reconocimiento del contagio de los profesionales sanitarios por COVID-19 como enfermedad profesional, con los correspondientes efectos económicos y laborales, así como para futuras secuelas de incapacidad laboral, tomándose en cuenta desde el propio momento en que se produce el hecho causante de la misma.
Por acuerdo unánime del Pleno de Presidentes del CAE, la organización ha tomado esta determinación al entender que si bien el Gobierno, a través del Real Decreto-ley 7/2020, contempla de forma excepcional como situación asimilada al accidente de trabajo los períodos de aislamiento o contagio del personal encuadrado en los Regímenes Especiales de los Funcionarios Públicos como consecuencia del virus COVID-19, para esta Corporación es insuficiente dicha medida, dada la gravedad de la situación y la necesidad de tener en cuenta las consecuencias futuras de esta pandemia para los profesionales sanitarios.
Por ello, la organización que representa a las más de 40.000 enfermeras andaluzas considera imprescindible que por parte de ambos ministerios se realicen las gestiones pertinentes para que, al igual que han sido consideradas de forma excepcional las bajas laborales como accidente de trabajo por contingencia profesional, se refuercen legalmente los efectos para la salud de los profesionales así como su seguridad en caso de las secuelas, si de esta enfermedad y sus consecuencias pudiera derivarse -en un futuro- una incapacidad laboral a los profesionales expuestos; solicitando se encuadre en el Grupo 3 (Agente A Subagente 01), “enfermedades infecciosas causadas por el trabajo de las personas que se ocupan de la prevención, asistencia médica y actividades en las que se ha probado un riesgo de infección”, siempre con efectos desde que se produce el hecho causante.
Por todo ello, el Pleno de Presidentes del Consejo insiste en que resulta imprescindible la tipificación como enfermedad profesional del contagio por coronavirus de las enfermeras y enfermeros, así como de todos los demás profesionales sanitarios, ya que se trata de un cambio normativo ineludible para que se les pueda prestar todas las garantías y todos los derechos que ello conlleva, no solo a nivel salarial y laboral, sino también para ofrecerles la necesaria cobertura frente a futuras secuelas. Además, a las medidas solicitadas tanto al ministro de Sanidad como al de Seguridad Social, este Consejo insiste en su reivindicación la realización de los correspondientes test.
La calificación de la enfermedad profesional es crucial, teniendo en cuenta las graves consecuencias que está generando la crisis sanitaria derivada por esta pandemia, en la que ya se cuenta con más de un 22% de profesionales sobre el total de la población que ha contraído el virus a nivel nacional y el fallecimiento de en torno a 60 compañeros. Una situación que se agrava aún más en Andalucía con un desorbitante 30,31% de contagios entre los profesionales sanitarios andaluces – entre quienes se registran ya 10 fallecidos –. Unas cifras demoledoras si se tiene en cuenta que, recientemente, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha declarado alarmante el porcentaje del 10% de contagio de profesionales sanitarios a nivel internacional.