La situación de los centros penitenciarios es comparable a la de las residencias de ancianos. Son centros cerrados en los que se encuentran muchas personas con factores de riesgo que pueden hacer aumentar el impacto o la mortalidad de esta enfermedad. Con el decreto de estado de alarma, para prevenir la entrada del COVID-19 en las prisiones, los centros penitenciarios prohibieron las visitas y los permisos a los reclusos. Ante esta situación, el Consejo General de Enfermería y la Asociación Nacional de Enfermería Penitenciaria (ANEP) reclaman test rápidos de COVID-19 y un protocolo de actuación.
El Colegio de Enfermería de Jaén se adhiere a esta propuesta del Consejo General de Enfermería y ANEP y exigen más autonomía en su trabajo y poder contar con las mismas condiciones que el resto de enfermeros del Sistema Nacional de Salud (SNS). Explican que esta inseguridad jurídica en la que se encuentran está poniendo en peligro el desempeño profesional de estos enfermeros, consideran que con el estado de alarma y la reducción de salidas y visitas a los internos la inseguridad e incertidumbre puede agravarse. Por esta razón, reclaman una acción rápida de Instituciones Penitenciarias para regular la situación.
Por otra parte, el Colegio de Psicólogos de Andalucía Oriental ha ofrecido sus servicios al Colegio de Enfermería de Jaén para dar cobertura psicológica a todos los profesionales de la provincia que lo necesiten.