La escasez de matronas en España pone en riesgo la seguridad y la salud reproductiva de las mujeres y los recién nacidos

matronas 5 mayo

La Organización Colegial de Enfermería, la Asociación Española de Matronas (AEM) y la Federación de Asociaciones de Matronas de España (FAME) denuncian que la escasez de matronas en nuestro país pone en riesgo la seguridad y la salud reproductiva de las mujeres, de los recién nacidos y de los propios profesionales.

Con motivo del Día Internacional de la Matrona, las tres instituciones instan a la administración central y a las autonómicas a poner solución a un problema gravísimo que perjudica al Sistema Nacional de Salud en general y a las mujeres en particular.

Hay que llamar la atención sobre el hecho de que el ritmo de progreso en la creación de profesionales de asistencia a la salud sexual, reproductiva, materna, neonatal, infantil y adolescente no está mejorando al ritmo necesario para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3 (reducir la tasa mundial de mortalidad materna a menos de 70 por cada 100.000 nacidos vivos para 2030) y se prevé que la brecha, entre los países de altos y bajos ingresos aumente”, afirma Montserrat Angulo, vocal matrona del Consejo General de Enfermería y presidenta del Colegio de Enfermería de Alicante.

Además, Angulo también considera importante destacar que “la escasez de estas profesionales no puede cubrirse con otras especialidades. Un mayor número de matronas, hasta alcanzar en España, la ratio media europea, haría posible una gran mejora sobre la conseguida en la salud sexual y reproductiva de las mujeres y, con ello, de la población en general. La matrona no sólo cuida el embarazo, parto y postparto, sino que acompaña previene y cuida la salud de la mujer en todo su ciclo vital”.

Según las estimaciones de la AEM, en España faltan más de 1.000 matronas para alcanzar las ratios adecuadas de 25,9 matronas por cada 1.000 nacimientos que determina la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Muy lejos quedan las cifras españolas, que se sitúan en 12,4 matronas por cada 1.000 nacimientos.

“Nos enfrentamos a un mal endémico y prevalente, como es la falta de matronas. Los gobiernos deben asumir un papel activo y responsable. El nuestro, en particular, instando a la formación de un número mayor de profesionales, asegurando las máximas garantías de que la formación sea ajustada al programa y creando más plazas de matronas en el SNS, tanto para Atención Especializada como en Atención Primaria, porque estamos sobresaturadas. La atención de nuestras mujeres y sus hijos es la prioridad y la propia esencia de la profesión de matrona. Esta atención que aspiramos siga siendo de excelencia sólo es posible ofertarla si hay personal altamente formado, especializado y en número suficiente para atender la demanda. El desgaste profesional que claramente se ha evidenciado en la enfermería española y en concreto hoy que por ser su Día Internacional focalizamos en las matronas, no sólo incide sobre la salud de las/os profesionales, sino que predispone a renuncias en el ejercicio de la profesión y a una «deslustrada» calidad de atención a las usuarias. Las matronas no queremos retroceder en los evidentes y notorios logros conseguidos imparablemente en la mejora de la atención materno-perinatal y atención a la salud de la mujer desde los años 70 y de cuyo logro, hemos sido importantes artífices», afirma Rosa M.ª Plata, presidenta de la AEM.

En esta misma línea se encuentra Salome Álvarez, presidenta de la FAME, que destaca que la atención la salud sexual y reproductiva de las mujeres españolas, tiene que ser una prioridad en las políticas de salud. “Las matronas como profesional especialista en este ámbito necesitan poder desarrollar todas sus competencias para realizar una atención adecuada, pero para ello es necesario aumentar el número de profesionales matrona. Estamos entrando en un escenario de escasez de matronas, que no se puede solucionar con disminuir presencias o cerrar consultas, porque eso va en contra de la seguridad de los pacientes. Desde FAME, hemos reclamado ese aumento necesario en el número de profesionales que se forman cada año desde hace tiempo, y seguimos insistiendo en que invertir en matronas es invertir en la salud de la mujer”, asevera.

100 años de progreso

Bajo el lema “100 años de progreso”, la Confederación Internacional de Matronas reivindica el trabajo realizado por estas profesionales durante toda la historia de la humanidad. Entre sus reivindicaciones están el acabar con las desigualdades entre diferentes países y lograr que todos apuesten de manera clara por esta figura.

“España no está ajena a este problema. Estimamos que existen 7.500 enfermeras con el título de especialista en Obstétrico-Ginecológica en activo. Cada año se forman unas 400 profesionales nuevas, pero son cifras muy alejadas a las que manejan otros países de nuestro entorno e insuficientes para atender a la población diana. El Ministerio de Sanidad debe instar a las Comunidades Autónomas a convocar más plazas de formación para matronas en las próximas ediciones del EIR y las administraciones, a su vez, deben realizar oposiciones para incorporar más matronas a sus sistemas de salud”, subraya Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería.

Las matronas en pandemia

La pandemia de COVID-19 trastocó todo el sistema hacer ahora ya más de dos años. Las consultas pasaron a ser individuales y muchas se redujeron al entorno virtual. “Como enfermeras y enfermeros, nuestra labor es ayudar, acompañar y cuidar a toda la población. Hemos tenido dos años muy complicados, pero la pandemia ya no puede servir de excusa para que las administraciones continúen recortando en algunos servicios y privando a los pacientes y usuarios de las mejores condiciones durante su estancia en hospitales o centros de salud”, recalca Pérez Raya.

Las matronas en España

En España, las matronas son enfermeras que obtienen el título de especialista mediante el sistema EIR (Enfermera Interna Residente) como el resto de las disciplinas que tienen su especialización a través del sistema de residencia (MIR, FIR, PIR…). Así, las profesionales tienen que superar una prueba oficial de carácter estatal y posteriormente cursar una residencia en centros sanitarios durante 2 años.