La pandemia por COVID-19 ha generado una gran incertidumbre entre los ciudadanos que se han visto obligados a adaptar su estilo de vida y formas de trabajar y de relacionarse con los demás, llegando a incluir en sus conversaciones un vocabulario científico hasta ahora poco habitual. Así, no es extraño escuchar hablar de PCR, test rápidos o anticuerpos en lugares como la cola del supermercado, la terraza de una cafetería o la puerta del colegio. Y en todas ellas, lo que trasciende es que existen muchas dudas en todo lo que se refiere al diagnóstico del COVID-19.
Por ello, nuestra Organización Colegial, en línea con las campañas que se han puesto en marcha desde el inicio de la pandemia para informar a la población sobre cómo actuar en los distintos escenarios, difundimos ahora un nuevo material, en esta ocasión, con el objetivo de solucionar todas las dudas de los ciudadanos sobre las distintas técnicas diagnósticas que actualmente se están empleando en el COVID-19 y cómo interpretar los resultados.
PCR y nuevo test rápido
Tanto en la infografía como en el vídeo de esta nueva campaña se explican cuáles son los distintos tipos de técnicas diagnósticas, virológicas y serológicas, que en estos momentos se emplean para la detección del COVID-19.
Así, dentro de las primeras, se hace hincapié en la PCR, por ser esta actualmente la que ofrece mayor certeza diagnóstica para saber si una persona tiene la infección activa en ese momento.
Las pruebas virológicas parten del análisis de muestras del tracto respiratorio. Para tomar las muestras del tracto respiratorio superior se utiliza un hisopo -especie de bastoncillo- y habitualmente se recogen de la nariz o la boca y la garganta, aunque en determinados pacientes, por ejemplo, aquellos más graves, suele recurrirse al tracto respiratorio inferior.
En estos momentos, es preciso esperar varias horas e incluso días para conocer el resultado de la PCR, por ello, se está trabajando en la introducción de nuevos test rápidos de antígenos: parten de este mismo tipo de muestras, pero son capaces de proporcionar un resultado en menos de 30 minutos.
Pruebas serológicas
Del mismo modo, dentro de las serológicas, se explican los distintos tipos de pruebas que, en este caso, parten de una muestra de sangre, bien venosa -obtenida mediante la extracción de sangre de la vena- bien capilar -mediante la punción en la yema de un dedo-. Estas permiten identificar si la persona ha estado en contacto con el virus y ha generado anticuerpos.
Interpretación de resultados
Además, se exponen los distintos resultados de estas pruebas y cómo deben interpretarse. De esta forma, el resultado positivo obtenido mediante pruebas virológicas se considera definitivo. El negativo, sin embargo, en algunos casos y previa valoración del profesional sanitario, requiere de la repetición de la prueba.
En el caso de las pruebas serológicas, atendiendo al positivo o negativo de las IgG e IgM, en personas que no presentan síntomas, se explica qué significa cada uno de ellos y cómo actuar en consecuencia:
- Si la IgG es negativa y la IgM es positiva es preciso confirmar si la infección está activa, por ello, los profesionales sanitarios valorarán la realización de pruebas virológicas.
- Cuando la IgG es negativa y la IgM es negativa quiere decir que no se han generado anticuerpos, por lo tanto, de manera general no es preciso realizar más pruebas.
- Ante un resultado IgG positivo e IgM negativo tampoco hay que realizar más pruebas, pues significa que la infección ha pasado.
- El cuarto supuesto, cuando ambas, IgG e IgM son positivas, el profesional sanitario valorará en cada caso la necesidad o no de realizar más pruebas adicionales.
Cuándo hacer cada prueba
Una de las principales dudas que tienen los ciudadanos se refiere a por qué en unos pacientes se emplea la PCR y en otras las pruebas rápidas. Este es uno de los aspectos que también explicamos, cuándo recurrir a una u otra técnica.
Así, mientras las pruebas virológicas se realizan cuando la persona presenta síntomas o ha tenido un contacto estrecho con alguien infectado, las serológicas se emplean cuando se quiere saber si la persona ha estado en contacto con el virus y ha generado anticuerpos (o para estudios de seroprevalencia). Por ello, durante el periodo de incubación, aproximadamente, en la primera semana desde la posible infección, se recurre a las pruebas virológicas. Pasado ese tiempo, se recomienda la realización de pruebas serológicas.
Desde el principio, desde la Organización Colegial de Enfermería, vimos que era necesario informar a la población sobre distintas cuestiones relacionadas con la pandemia desde el lavado de manos al aislamiento domiciliario, en los inicios, al uso de soluciones hidroalcohólicas o la vuelta de los niños a los colegios, más recientes.
Ahora, llegamos con estos nuevos materiales relacionados con las técnicas diagnósticas. En este caso, nuestra intención es que los ciudadanos dispongan de información sencilla y contrastada científicamente acerca de las pruebas diagnósticas porque nos consta que en estos momentos es algo que genera mucha inquietud y dudas constantes.