El Consejo General de Enfermería insta a las autoridades a tomar todas las medidas necesarias para evitar la tercera ola y pide a la población reducir al máximo las reuniones sociales durante la Navidad

11.078 nuevos contagios y 195 fallecidos. Estas cifras, presentadas ayer por el Ministerio de Sanidad, reflejan un aumento de la incidencia en España a 201 casos por cada 100.000 habitantes. Unos datos muy preocupantes que llegan tras la reapertura de la hostelería y flexibilización de numerosas medidas en numerosas comunidades autónomas.

De hecho, son varias las que han experimentado un repunte en su incidencia de más de 10 puntos como Baleares, Extremadura, la Comunidad Valenciana y Madrid.

A una semana exacta de que comiencen las celebraciones navideñas, el Consejo General de Enfermería (CGE) alerta de este aumento de casos y pide encarecidamente a la población prudencia y responsabilidad. “Ante todo, debemos tener claro que no estamos ante una Navidad normal y que bajar la guardia va a tener un coste en sufrimiento y en vidas. Es mejor cuidarnos ahora y poder celebrar más navidades en el futuro. Creo que se ha cometido el error de trasladar a los ciudadanos que se podía ‘salvar la Navidad’, llevando a cabo medidas previas, pero hemos olvidado que el virus es impredecible y que no le hemos vencido, aunque haya bajado el número de contagios”, afirma Florentino Pérez Raya, presidente del CGE.

Desde la institución enfermera manifiestan su preocupación e instan a las autoridades a tomar todas las medidas oportunas para frenar una tercera ola de contagios, que sería la puntilla para un sistema sanitario ya herido de gravedad. “El anuncio de las normas durante el periodo de vacaciones ha hecho que la gente se relaje, actúe pensando en retomar la antigua normalidad y baje la guardia, pero ya estamos viendo que esto tiene consecuencias”, subraya Pérez Raya.

En este sentido, además de pedir a los gobiernos que actúen con contundencia, las enfermeras también apelan a la responsabilidad de los ciudadanos. “No podemos celebrar las fiestas como otros años y si no actuamos, multiplicamos el riesgo y ponemos en peligro nuestra vida y la de los nuestros”, destaca.

Sólo entre convivientes
El presidente de las enfermeras apuesta porque la población sea consciente de lo que está ocurriendo. “Consideramos que es necesario que las celebraciones en lugares cerrados sean sólo entre convivientes y, en caso contrario, que sea el menor número posible de personas no convivientes, manteniendo al máximo las medidas de seguridad. Mascarilla, salvo en el momento de comer y beber, distancia física de al menos 1’5 metros e higiene de manos son los tres puntos clave para frenar el contagio”, además de ventilar adecuadamente, comenta.

Pérez Raya también contempla la necesidad psicológica de muchas personas, que necesitan en estas fechas juntarse con sus familiares y que la distancia puede llegar a afectarles de alguna manera la salud mental. “Si las autoridades no lo impiden, hay que recordar que cuanto menor sea el número de personas y el tiempo que empleemos en la celebración, más seguridad. De esta manera, hay que recordar que podemos reinventar la forma de vernos y en vez de pasar varias horas en una casa cerrada entre aperitivos, comida y sobremesa, podemos quedar en grupos reducidos a tomar algo un rato, preferentemente al aire libre con las mascarillas puestas mientras no bebamos o comamos, con distancia y sin bajar la guardia ni un minuto”, concluye.

En este sentido, desde la Organización Colegial se envió hace unos días una infografía y vídeo animado con todas las pautas que se deben seguir a la hora de festejar las navidades para evitar al máximo los contagios y prevenir la tan temida tercera ola.