La Enfermería presenta una gran revisión documental sobre la relación de los aerosoles con la propagación del COVID19 y los mecanismos de protección frente a la enfermedad

El Instituto Español de Investigación Enfermera, dependiente del Consejo General de Enfermería, junto al Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), del Ministerio de Defensa, acaban de lanzar uno de los documentos más completos y detallados elaborados hasta la fecha sobre la transmisión del SARS-CoV-2 por aerosoles, así como las vías para prevenir la enfermedad que ha causado ya casi 70.000 muertes en España y más de dos millones en todo el mundo.

A través del libro blanco “La transmisión delSARS-CoV-2 en aerosol y mecanismos de protección”, ambas instituciones han realizado una extensa revisión documental, que incluye estudios nacionales e internacionales sobre el comportamiento aéreo del virus y las posibilidades de transmisión del mismo. En este sentido, el trabajo tiene como objetivo dar más información sobre el comportamiento de los aerosoles y para la protección de los trabajadores contra los riesgos para su salud y su seguridad, así como adecuar las medidas de protección para la prevención de los riesgos a los que están o pudieran estar expuestos en su trabajo, consiguiendo así poner todas las barreras necesarias para evitar la propagación y frenar la infección. Tras meses de recopilación de información, el CGE junto al INTA han concluido que “queda demostrado que el SARS-CoV-2 se transmite mediante aerosoles que contienen virus viables generados por la persona infectada, especialmente en espacios cerrados y mal ventilados”. “El lector tiene ante sus manos una investigación exhaustiva, rigurosa y a fondo sobre el comportamiento del virus, sus posibles formas de contagio, incluyendo los aerosoles y las medidas de protección. Estoy convencido de que las conclusiones de esta investigación van a evitar muchos contagios y pueden salvar muchas vidas porque de ellas se deduce cuál es la forma de protección más eficaz en cada entorno sanitario y social”, afirma el presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya.

Asimismo, apuntan que la evidencia científica reconfirma la importancia de continuar aplicando en nuestro día a día cuatro aspectos fundamentales para la prevención del COVID-19. Distanciamiento físico de al menos 1’5 metros, protección respiratoria con el uso de mascarillas, higiene de manos y desinfección de superficies y ventilación son los puntos a seguir para cortar la expansión del coronavirus. Este último es esencial, ya que el estudio alerta de que las partículas finas y ultrafinas pueden permanecer en suspensión durante horas en ambientes cerrados y poco ventilados. “Cada vez es mayor la evidencia referente a la transmisión del virus como aerosol submicrométrico; especialmente, se está analizado su capacidad infectiva en espacios interiores donde el virus sí se ha podido mantener viable y suspendido, dispersándose en función de las corrientes de aire y el ambiente del entorno”, apunta el libro blanco. Así lo exponen investigaciones como la de la Universidad de Florida, que realizó un ensayo piloto en el aire y presentó “evidencias de la presencia del virus como aerosol al haber sido localizado a 3 metros de distancia de la zona más próxima de tránsito de pacientes”.

“Desde el Instituto Español de Investigación Enfermera del CGE apostamos desde el primer momento por profundizar sobre otras vías de transmisión además de gotas infecciosas emitidas al hablar, toser o estornudar directamente sobre una superficie mucosa o conjuntiva de una persona susceptible, o por contacto directo con superficies contaminadas, o aquellas producidas durante los procedimientos generadores de aerosoles como se dijo al principio. Debido al elevado número de contagios entre los profesionales que se producían, objetivamos la necesidad de ajustar las medidas de protección al riesgo que suponía el ambiente hospitalario y fue ahí cuando se formalizó la colaboración con el INTA. Ellos compartían la misma inquietud y son los grandes expertos en comportamiento de los aerosoles”, afirman María Enríquez y Guadalupe Fontán, autoras del trabajo. Los resultados de este estudio suponen un enorme aliciente para lograr que las administraciones sepan actuar y proteger a toda la población, pero en especial a aquellos profesionales que están luchando contra el virus frente a frente. “La creación de este grupo de trabajo nos ha sido muy útil para conocer cómo se comporta este virus y gracias a esta revisión, estamos llevando a cabo estudios de campo, de los cuales esperamos tener resultados muy pronto”, destacan Enríquez y Fontán. Por su parte, Víctor Archilla y María Sánchez, también autores del documento, comentan que “la generalizada negación inicial sobre la posible viabilidad de la transmisión del virus por aerosoles y las dudas sobre las adecuadas prácticas de protección y prevención del contagio hicieron necesaria una recopilación de los resultados científicos y divulgativos más relevantes para poder poner al servicio de la sociedad una lectura sencilla que ayudara a reconducir conductas y entendimientos”.

Para los investigadores, resulta esencial apostar por medidas que minimicen la transmisión de los contagios en los interiores. Así, hacen hincapié en la importancia de aumentar la ventilación o reducir la ocupación de los espacios cerrados; mantener el sistema de ventilación en condiciones óptimas; aumentar la ventilación natural; integrar sistemas de filtración HEPA; mantener los sistemas operando de manera continua durante la ocupación, y dotarse de sistemas de filtración y purificación portátiles en aquellos sitios donde no existen instalaciones de ventilación. También recalcan que, “en lugares cerrados y mal ventilados, la distancia de 2 metros puede ser insuficiente y habría que adoptar otras medidas para reducir el riesgo”.

“Llevamos meses diciéndolo y ahora, con esta revisión, presentamos las evidencias”. La ventilación es primordial para evitar la expansión del virus. Debemos actuar con responsabilidad y aceptar las normas sanitarias porque la bajada de contagios es una tarea común y tenemos que poner de nuestra parte”, afirma Pérez Raya. En el libro blanco también se explica y se detalla la importancia de las mascarillas, así como la desinfección de superficies. Entre otros asuntos, en cuanto a las mascarillas, se describe qué tipos existen, cómo utilizarlas, quién debe utilizar cada una y cuánto tiempo duran. Aun así, recuerdan que estamos ante una enfermedad con apenas un año de recorrido y los protocolos e investigaciones pueden ir cambiando continuamente. “Al igual que las nuevas evidencias científicas, esta guía ha estado en continuo cambio y se hacía necesario establecer un final. Este “Libro Blanco” debe ser considerado como una base de información útil, pero viva, que invite a su actualización y anime a la sociedad, en general, a continuar acercándose a los resultados y análisis provenientes de los nuevos estudios que diariamente van apareciendo”, concluyen Víctor Archilla y María Sánchez.