PROPUESTA DE COLEGIADO DE HONOR
“La Enfermería me ha modelado como persona. Estar al lado de personas que sufren, dedicarnos a cuidar e intentar paliar esos malestares hace que veas la vida de otro modo”
Manuel Cabrera Espinosa nace en Arbuniel en 1964. Cursa estudios de DUE (Diplomado Universitario en Enfermería) en la Escuela Universitaria de Enfermería de Jaén, donde obtiene su titulación en 1985. Licenciado en Sociología por la UNED en el 2004 y Doctor por la Universidad de Granada en 2010. Inicia su andadura profesional como enfermero en julio de 1985 en los servicios psiquiátricos de la Diputación Provincial de Jaén. Desde ese momento, su labor Enfermera se ha centrado en el área asistencial, fundamentalmente en la especialidad de Salud Mental. Miembro de CISMA (Colectivo de Investigación de Sierra Mágina) y del Grupo de Derechos Humanos y Salud Mental de Andalucía, en la actualidad sus líneas de investigación están guiadas por el género, la discriminación de las sociedades tecnológicamente avanzadas y la recuperación de la historia de su entorno personal y profesional.
- Enhorabuena por esta propuesta para ser nombrado Colegiado de Honor ¿Cómo ha recibido la noticia?
Muchas gracias. La noticia me llegó de mano del Presidente de nuestro ICOEJ José Francisco Lendínez. Recibí una llamada suya y pensaba que era para pedirme la intervención en alguno de los encuentros de Colegio. He de reconocer que me quedé sorprendido cuando me comunicó la propuesta de ser nombrado Colegiado de Honor, una distinción que siempre he visto muy lejana y alejada de mi perfil de Enfermero eminentemente asistencial. Tras el desconcierto inicial, ha llegado la ilusión y un enorme agradecimiento hacia todas las personas que componemos la Enfermería giennense, en especial a la Junta de Gobierno del ICOEJ y a su Presidente. Es un honor que tus pares, tus iguales, te otorguen la máxima distinción de nuestro Colegio Profesional.
- ¿Qué le ha aportado la Enfermería a lo largo de su vida?
La Enfermería me ha aportado casi todo en mi vida profesional y mucho en la personal. Tuve una infancia difícil, mi padre murió cuando yo tenía 13 meses y nos quedamos viviendo en una pequeña aldea rural, Arbuniel, mi madre que trabajaba de jornalera y yo. Podríamos decir que éramos pobres de solemnidad y con un futuro poco halagüeño. Poder estudiar Enfermería y trabajar de Enfermero me dio la posibilidad de solventar penurias económicas y comenzar a pensar en el futuro. A nivel personal la Enfermería me ha cambiado incluso más la vida, fue a través de la Enfermería como llegué a coincidir con María José, mi mujer, formar un hogar, tener a Saray nuestra hija y mantener ilusiones y proyectos comunes. Pienso que la Enfermería también me ha modelado, me ha formado como persona, forma parte de esas circunstancias que hacen ser a cada uno como somos. Estar al lado de personas que sufren, dedicarnos a cuidar e intentar paliar esos malestares hace que veas la vida de otro modo. Te enseña a no perder el tiempo en banalidades y quejas absurdas. Aprendes lo valiosa, maravillosa y corta que es la vida, lo importante que es la risa, el cariño, la amistad, la compañía o el compartir.
- ¿Cómo ha cambiado la profesión desde que comenzó a trabajar hasta la actualidad?
Creo que hay aspectos en los que la evolución de la profesión ha sido abismal y otros aspectos que forman ese sui géneris, esa línea medular de la profesión que siguen perdurando en el tiempo.
En la profesión Enfermera se ha producido en los últimos 10-20 años una innovación técnica y una revolución informática aplicada a las ciencias de la salud impresionante, hemos pasado del bolígrafo de 4 colores a la Tablet. Se ha aumentado la formación académica consiguiendo una reivindicación de lustros, hoy ya nos titulamos como Grado en Enfermería y se nos abre el camino a la especialización, el Doctorado y la investigación desde nuestra propia disciplina y sin tener que usar puertas traseras, como ocurría en mis inicios. Estos cambios nos dan la posibilidad de usar la evidencia científica en nuestros cuidados, medir los resultados de éstos, logrando una mejora continua, con lo que somos capaces de prestar unos cuidados de excelencia. Además, en muy corto espacio de tiempo hemos tenido que adaptarnos a enfermedades emergentes y la situación de pandemia que seguimos viviendo. Creo que el trabajo llevado a cabo por las Enfermeras durante la pandemia da una imagen de la potencia, enorme formación y la capacidad de trabajo y adaptación de nuestra profesión. Estoy convencido que en el futuro los libros de historia recogerán el trabajo de las Enfermeras españolas durante la pandemia y no sólo cuidando en las unidades hospitalarias, también con un programa excelente de vacunación. No creo que exista otra profesión que pueda ser capaz de inmunizar a toda la población española en tan corto espacio de tiempo. Ha sido un logro de toda la Enfermería española; y todo ello lo hemos hecho con una de las peores ratios de Enfermeras de Europa.
Pero hay otros aspectos que forman parte de la esencia de ser Enfermera que apenas ha variado en el tiempo. Seguimos siendo los profesionales que mayor contacto humano tenemos con los pacientes, las profesionales que más sabemos de empatía. Seguimos cuidando la vida 24 horas al día los 365 días del año. Las Enfermeras continuamos prestando cuidados invisibles, esos que son imponderables e intangibles pero que están centrados en una parcela tan importante como es la de las necesidades de las personas, por lo que ayudan a mitigar el malestar de las personas que cuidamos. Las Enfermeras seguimos manteniendo una visión holística que nos hace ver a las personas de modo completo y complejo, con una visión que trasciende el reduccionismo del diagnóstico. En definitiva, y como decía un buen amigo y Maestro, la Enfermería sigue siendo ahora como antes la “Profesión más bonita del mundo”.
- También es escritor, sociólogo e investigador ¿En qué iniciativas está trabajando ahora en esta faceta?
Desde hace un año aproximadamente María José y yo decidimos trasladarnos a la playa a trabajar en Primaria, ese cambio también suponía abandonar proyectos. Un abandono necesario tanto porque los años pasan y cuesta cada vez más estar actualizado, como porque viene detrás una generación de profesionales de Enfermería muy ilusionados, muy, muy formados, con grandes líneas de investigación y que necesitan ocupar espacios y liderarnos; así que ya nos estaba tocando ir en la retaguardia. De todos modos, no todo lo hemos dejado, continuamos con los proyectos un poco más personales y con mayor grado de compromiso. Con mi amigo Francisco Glicerio Conde estoy colaborando en un proyecto para visibilizar la figura de la Matrona Rosalía Robles en el 150 aniversario de su nacimiento. Con otro amigo y Enfermero Juan Antonio López Cordero seguimos organizando dos congresos anuales, uno sobre las vías de comunicación y otro sobre la historia de las mujeres. Por ejemplo, con el congreso sobre historia de las mujeres llevamos ya XIII ediciones y hemos podido recoger más de 7000 páginas de trabajos en los que se visibiliza el importante papel que las mujeres han llevado a cabo en la sociedad y que en muchas ocasiones había quedado olvidado y no escrito en los libros tradicionales de historia. Con el Colectivo de Investigación de Sierra Mágina trabajamos para fomentar la investigación de la comarca de Mágina, yo me centro en la visibilización de la labor de la mujer, de las mujeres. Y como casi toda mi vida laboral he estado en salud mental sigo sin desvincularme totalmente de esta área y participo como miembro del Grupo de Derechos Humanos y Salud Mental de Andalucía, intentando que se pueda dar un trato social y sanitario más digno a las personas con sufrimiento psíquico.
- Su libro sobre el centenario del Colegio de Enfermería de Jaén tuvo muy buena acogida ¿Tiene más proyectos previstos con el Colegio?
El libro del centenario fue un proyecto muy ilusionante y bonito. Reconozco que también fue muy laborioso llevándome mucho tiempo, fundamentalmente por mis propias limitaciones para la investigación histórica. Todavía recuerdo el primer encuentro con Elena, del gabinete de prensa del Colegio, cuando me enseñó un pequeño documento aparecido en el archivo del Colegio de Enfermería de Sevilla donde se recogía la creación de nuestro Colegio en 1913, y me preguntó si sería capaz de hacer un libro sobre eso. Durante mucho tiempo pensé que fue una insensatez decir que sí, pero pasado el tiempo he de reconocer que me he alegrado mucho de haber sido tan incauto. Y no ya sólo por el libro que ha podido ver la luz y que nos permite a la Enfermería Jiennense acercarnos a nuestros inicios como profesión, también porque el proyecto me acercó a muchas personas y me ayudó a conocer mi profesión y la labor de mi Colegio Profesional.
Ahora tenemos un gran proyecto en fase todavía muy embrionaria a través del ICOEJ junto a Francisco Glicerio Conde Mora. No sé si llegará a término puesto que tenemos por delante un trabajo archivístico muy Laborioso. La idea es escribir la historia de la Enfermería en Andalucía.
- ¿Qué opina del ICOEJ y la labor que desempeña?
¿Qué puedo decir de mi casa profesional? El ICOEJ es la casa de todas las Enfermeras y todos los Enfermeros de la provincia, y de algunos que nos hemos ido de la provincia pero que seguimos unido a él. A lo largo de nuestra dilatada vida profesional en unos momentos visitas más el Colegio, en otros te no tanto como te gustaría, pero siempre es un punto de encuentro con compañeros con los que tenemos vivencias. El trabajo de las Enfermeras tiene una gran carga emocional lo que hace que los momentos compartidos con tus compañeros de trabajo perduren en tu memoria. Poder reencontrarte con esas personas en cursos, jornadas del Colegio, en los actos del Día Internacional de la Enfermería o en la caseta de la feria, es muy gratificante. En parte el ICOEJ funciona a modo de punto de encuentro de personas que por nuestro trabajo tenemos fuertes vínculos e intereses comunes, punto de encuentro de la “familia Enfermera”. La labor del ICOEJ es primordial para las personas colegiadas. A veces he dicho, y así lo creo, que funciona como el Estado de Bienestar: Cuida de sus colegiados desde “la cuna a la tumba”, desde el asesoramiento el primer día de colegiación, hasta proporcionarte una Residencia para que sean cuidados los que han pasado toda una vida cuidando la vida de los demás. El ICOEJ es también el Órgano Oficial de la profesión Enfermera de la provincia y como tal defiende con una voz única y fuerte las justas reivindicaciones de la Enfermería: Necesidad de implantar la Enfermera escolar, aumento de la ratio de Enfermeras, necesidad de incorporar las Enfermeras en la alta gestión sanitaria, visibilización de la profesión, etc, etc. También el ICOEJ realiza una función importante de fomento de la formación continuada de todos sus colegiados y colegiadas y de apoyo a la investigación, así como de vigilancia del del intrusismo profesional y la penalización de conductas indignas en una profesión con tanta dignidad. Para mí, primordialmente sigue siendo mi casa, un lugar de reencuentros con las personas que componemos la Enfermería Jiennense. Me siento parte de él y me da seguridad pues siento que vela por mi profesión y que en un momento dado velará por el bienestar de mi familia.