Los casos de infecciones de transmisión sexual que se diagnostican continúan aumentando.
Muchos de ellos, especialmente entre los más jóvenes, tienen lugar con nuevas parejas o en contactos esporádicos, a veces, asociados al consumo de alcohol y otras drogas. De hecho, casi un tercio de los nuevos casos de sífilis y la mitad de los de gonorrea se producen entre la población menor de 30 años, según datos del Ministerio de Sanidad.
Con el objetivo de contribuir a la información en este campo y prevenir la transmisión, desde el Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Jaén (ICOEJ) hacen hincapié en la importante labor de información y prevención que desempeñan las enfermeras y, muy especialmente, las enfermeras escolares, “ya que su labor es fundamental tanto desde un punto de vista asistencial, ante posibles accidentes que puedan surgir en el centro educativo o la atención de los alumnos con procesos crónicos, entre otros, como educativo”, informa el presidente del ICOEJ, José Francisco Lendínez Cobo. Y añade: “Las enfermeras escolares son clave en cuanto a promoción de la salud y prevención. En el caso de las infecciones de transmisión sexual es importante dirigirse a los jóvenes en su propio lenguaje, con mensajes claros y basados en la evidencia científica, que contrarresten otros contenidos que desgraciadamente se difunden, sobre todo en redes sociales”.
Sobre las vías de transmisión: “el contacto puede ser vaginal, oral o anal sin medidas de prevención es por esto por lo que se relacionan mayoritariamente con las prácticas no seguras de sexo”. Entre las más comunes, explica, se encuentran la sífilis, la gonorrea, la clamidia, el herpes genital, las ladillas, el VIH y el virus del papiloma humano, siendo este último el más frecuente. “Muchas de ellas pueden llegar a ser graves, tanto en el momento de la infección como a futuro” y es que en algunos casos son las responsables de enfermedades como el cáncer de cérvix o de laringe.
Algunos síntomas pueden aparecer tiempo después de haber contraído la infección por lo que se puede estar transmitiendo a otras personas sin ser conscientes de ello. En otras, ni siquiera llegan a desarrollarse síntomas, pero la persona es portadora y puede contagiar. Entre ellos, secreción inusual del pene o la vagina, de color o densidad anormales; llagas o verrugas en el área genital; micción frecuente o dolorosa; picazón y enrojecimiento en el área genital; ampollas o llagas en/o alrededor de la boca; mal olor genital; picazón, dolor o sangrado anal; dolor abdominal o fiebre.
Por último, desde el ICOEJ inciden en la importancia del uso de métodos barrera, como los preservativos masculinos, femenino y campos de látex, y se anima a la población a acudir a su profesional sanitario ante cualquier duda o síntoma.
Como apunta el presidente del Colegio, “es importante que demos esta información, sobre todo a los más jóvenes, que son quienes, lógicamente, pueden tener más dudas. Si nosotros no educamos, lo harán otros y desgraciadamente en torno a la sexualidad hay muchos mitos que a veces llegan a comprometer la vida de las personas”.