Las enfermeras españolas sufren cerca de 3.000 agresiones en 2023, un 10% más que en 2022

En 2023 se denunciaron un total de 2.840 agresiones a enfermeras en España, según los datos del Observatorio de Agresiones del Consejo General de Enfermería, lo que supone un incremento de más del 10%, con respecto a 2022, cuando se registraron 2.580 incidentes.

Sin ir más lejos, esta semana se han conocido casos de agresiones a enfermeras en Canarias o Cádiz. Donde más han crecido los datos ha sido en Aragón, Canarias, Baleares y Cantabria. El presidente del Consejo General de Enfermería, Florentino Pérez Raya, critica que las enfermeras sufren una violencia en muchos casos derivada de las deficiencias del sistema sanitario, las listas de espera, demoras en la atención, y demanda el incremento en el número de enfermeras con el que se logre rebajar la presión asistencial de una sanidad infradotada.

Pérez Raya afirma que “hay límites que no se pueden traspasar, porque la abnegación de nuestras profesionales no implica soportar vejaciones ni agresiones. Con la violencia, ya sea verbal o física, debemos tener tolerancia cero. No hay justificación alguna para sentir miedo o sufrir lesiones, amenazas ni ultrajes cuando uno simplemente desempeña su labor en su puesto de trabajo. Y menos cuando su trabajo consiste en salvar vidas, en cuidar de la salud de las personas”.

Como destaca Florentino Pérez Raya, presidente del Consejo General de Enfermería, “las 345.000 enfermeras y enfermeros de España se enfrentan cada día a hacer su trabajo con una presión asistencial brutal debido al déficit crónico de profesionales que arrastra nuestro país. De hecho, hacen falta casi cien mil enfermeras para equipararnos a nuestros vecinos europeos”. Para Pérez Raya, “las enfermeras no somos responsables de los males del sistema, de las demoras en la atención, de la falta de recursos, de no poder atender sus expectativas. De hecho, en muchas ocasiones somos quienes también sufrimos todos esos problemas de nuestro sistema sanitario”, ha añadido.

Diego Ayuso, director del Observatorio y secretario general del CGE, explica que: “creemos que este aumento no se ha debido realmente a que las agresiones se hayan incremento en estas regiones de forma tan alarmante, sino a que hay una mayor concienciación de los profesionales a la hora de denunciar y una mayor sensibilidad a la hora de registrar los datos por parte de las comunidades autónomas”.

Últimos datos

Según los últimos datos del Observatorio de Agresiones del CGE, correspondientes al año 2023, se han registrado un total de 2.840 agresiones a enfermeras. Por comunidades autónomas, Andalucía es la que ha registro un mayor número de estos sucesos, con 752, seguida de Baleares (369), Aragón (242), Castilla y León (232) y Galicia (212).  Por el contrario, las regiones que menos agresiones han notificado son Ceuta (3) Melilla (3), Extremadura (14), Comunidad Valenciana (15) y Madrid (30).

Si comparamos los datos con los del año anterior, se observan fuertes incrementos Aragón (+145), Canarias (+142), Islas Baleares (+101) y Cantabria (+72), propiciados por un aumento de las denuncias por parte de las enfermeras y un mejor registro de los datos por parte de los diferentes servicios de salud.

Tal y como ha señalado Guadalupe Fontán, coordinadora del Instituto de Investigación del CGE, “los datos del observatorio provienen de lo que nos notifican los colegios provinciales de Enfermería, así como de algunas instituciones que a nivel autonómico también nos los hacen llegar. Sin embargo, como ha incidido Diego Ayuso, secretario general del CGE y director del Observatorio de Agresiones, “estos datos no reflejan el total de las agresiones reales. Sabemos que hay una infra notificación de incidentes violentos en nuestros centros sanitarios, especialmente cuando se refieren a insultos y amenazas, porque no se denuncian. De ahí, que desde el Consejo General de Enfermería siempre insistamos en la necesidad de denunciar estos hechos, pues una agresión, ya sea física o verbal, que no se denuncia, es un hecho que no se conoce y, por tanto, no existe”.

Tampoco hay que olvidar el que hecho de que para el profesional que sufre una agresión ya sea verbal o física, “le supone mucha frustración, mucha preocupación, también le puede provocar una baja laboral y afectarle a nivel profesional en la forma desarrollar su actividad, pues muchas veces quien sufre una agresión piensa que ha hecho algo mal, cuando realmente es una situación que no tiene que ver con la actitud o con la profesionalidad de esa compañera, sino que el estrés y la ansiedad que padece un paciente o un familiar por no ver satisfechas sus expectativas por la deficiencias del sistema y no por la actuación concreta de un profesional”, ha subrayado Ayuso.

Curso de prevención de agresiones

Precisamente para prevenir situaciones violentas en la práctica asistencial diaria y para afrontar la agresión en caso de que se produzca, el CGE presentaba en febrero de 2023 un curso formativo gratuito realizado en colaboración con el equipo del interlocutor policial sanitario de Policía Nacional, e impartido el Instituto Superior de Formación Sanitaria (ISFOS).

“Con este curso ya hemos formado a más de 5.000 enfermeras y enfermeros españoles para saber cómo detectar una situación violencia, cómo reducir la tensión en el trato con el paciente o sus familias con comunicación, con empatía, qué medidas adoptar si sospechamos que puede darse un incidente violento o cómo pedir ayuda ante una situación conflictiva. Todo eso se puede aprender con el curso que hemos elaborado, por lo que animamos a todas las enfermeras a que se formen para prevenir agresiones”.

Como ha resaltado el presidente del CGE, con esta acción “queremos dejar muy claro a las enfermeras y enfermeros que no están solas, que ante cualquier agresión, amenaza, insulto o acoso van a encontrar todo el apoyo en sus colegios profesionales, en el Consejo General de Enfermería y, por supuesto, en la Policía Nacional, la Guardia Civil y otros cuerpos autonómicos”, ha concluido Pérez Raya.