El 15 de octubre es un día destinado a poner de manifiesto la necesidad de concienciar sobre lo que significa la pérdida de un bebé durante el embarazo, el período neonatal o el primer año de vida, tanto para los padres, como la familia y el entorno cercano. El objetivo es sensibilizar a la población y también por qué no, a los profesionales sanitarios, de lo que supone para los padres tener que despedirse de su bebé y de todas sus ilusiones.
Desde el Colegio Oficial de Enfermería de Jaén, somos consciente del papel que los/as enfermeros/as y matronas desempeñan en el duelo gestacional y perinatal, por su cercanía a los padres en un momento de tanto dolor. Por este motivo es que consideramos que para poder prestar unos cuidados de calidad y respetar el derecho de los padres, como profesionales debemos de estar preparados a través de la formación, fomentar la empatía y ofrecer todos los recursos necesarios que ayuden en un momento tan duro, además de abogar por la adaptación los protocolos de actuación en estos momentos.
La muerte gestacional o fetal, es aquella que se produce cuando el feto tiene más de 22 semanas en el vientre de la madre y en el caso de producirse en las 28 semanas, al nacer o superar la primera semana de vida, hablaríamos de muerte perinatal.
En España al año existen entre 80.000 y 90.000 pérdidas que afectan a padres, familias y entonos cercanos. Y no se trata solo de cifras, sino de ser todos conscientes de que la muerte de un bebé puede tener consecuencias muy importantes en las mujeres, en las parejas y las familias.
La compañera Lola Peinado, matrona en el Hospital Alto Guadalquivir de Andújar, nos habla de las prácticas adecuadas para favorecer un duelo saludable.