La festividad del colectivo, eminentemente femenino, coincide con el Día Internacional de la Mujer.
El Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Jaén (ICOEJ) celebra mañana, 8 de marzo, el día de su patrón, San Juan de Dios. Se trata del colectivo profesional más numeroso de la provincia, con cerca de 4.700 colegiados y el que más peso tiene en la sanidad. Además, coincide con el Día Internacional de la Mujer, para una profesión eminentemente femenina, en el que el porcentaje de mujeres supera el 75%.
En esta ocasión, los actos para celebrar la festividad del patrón se han trasladado al mes de mayo (a la espera de que mejore la incidencia de la COVID-19), cuando está previsto un acto institucional y de homenaje a la profesión. También se entregarán los premios del Certamen Nacional de Investigación “José López Barneo”; las distinciones de colegiados de honor, reconocimiento a los profesionales jubilados en el último año o el XXV aniversario de varias promociones de Enfermería, entre otros.
El presidente del ICOEJ, José Francisco Lendínez, recuerda que la profesión enfermera vive unos momentos muy complicados, tras dos años de pandemia, marcados por la escasez de recursos humanos. “Jaén es la provincia con menor ratio de enfermeras del país: 290 por cada 100.000 habitantes. Muy por debajo de Andalucía, con 459; de España, con 580 o de Europa, con 808. En la provincia se necesitan 1.682 enfermeras para llegar a la media nacional”, recuerda el presidente.
También hace hincapié en la petición de la enfermería para ser reconocida con el grupo profesional A1, dentro de la escala de la Administración Pública. “La Administración debe reconocer ya a unas profesionales universitarias que cuentan, además, con una formación de postgrado de primer nivel”, añade.
Entre el decálogo de reivindicaciones y líneas de trabajo abiertas también se encuentra la implantación de la enfermera escolar en los centros educativos. Además de atender a la población escolar ante cualquier emergencia o percance relacionado con la salud, la presencia de una enfermera en cada centro educativo redunda en la salud de la sociedad gracias a la labor de educación para la salud que llevan a cabo en materia de prevención, nutrición, sexualidad y hábitos de vida saludables en general. Y el impulso de las especialidades de Enfermería, aprobadas en 2005, pero aun no implantadas; la incorporación de enfermeras en puestos de gestión o las mejoras de las condiciones laborales, entre otras.
Por otra parte, y coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer, el ICOEJ, a través del Consejo General, ha puesto en marcha una nueva campaña de visibilidad en redes sociales, bajo el hashtag #Enfermeras8M, que se centran en acabar con el “virus” que supone el machismo en nuestra sociedad.
Para dejar patente ese machismo se ha puesto el acento en tres situaciones que suelen vivir estas profesionales, primero en boca de un hombre y después en boca de una mujer, preguntándose a quién le ha pasado en la realidad. Así, denuncian que en muchas ocasiones pacientes, e incluso otros profesionales, no se toman en serio lo que hacen o cuestionan las decisiones que toman en su ámbito laboral, sin olvidar los casos de acoso sexual que todavía sufren.
Como colectivo mayoritariamente femenino, la enfermería también quiere recordar que -del mismo modo que la profesión ha luchado por ser reconocida dentro del sistema sanitario-, las mujeres no deben de cesar en su lucha por conseguir unos derechos laborales igualitarios con los hombres. “Hemos avanzado mucho, pero aún queda mucho camino por recorrer. El punto en el que se encontraba la profesión hace pocas décadas no tiene nada que ver con su reconocimiento actual en el sistema sanitario y la sociedad, es el ejemplo de que las mujeres pueden luchar por sus derechos. No obstante, por desgracia, algunas personas siguen teniendo un concepto trasnochado de las enfermeras como una profesión supeditada a otra antiguamente copada por varones o tienen que aguantar que se dirijan a ellas de forma inadecuada”, manifiesta Lendínez.