Como cada día 17 de septiembre desde el año 2019, se celebra el Día Mundial de la Seguridad del Paciente, establecido por la Organización Mundial de la Salud como repuesta e hincapié en la seguridad del paciente como una prioridad estratégica en la asistencia sanitaria. Este año bajo el lema “Mejorar el diagnóstico para la Seguridad del Paciente”.
Como enfermeras/os y profesionales sanitarios debemos tener presente que en nuestra práctica diaria y a la hora de llevar a cabo los cuidados, ante todo debemos de no dañar al paciente. En el año 1863 Florence Nightingale añade al concepto de cuidado como algo más allá del concepto de curar. En su libro «Notes on Hospitals» escribió: «Puede parecer un principio extraño el enunciar como la primera y fundamental condición de un hospital y de las personas que en él trabajan, «No dañar»; pudiendo ser esta la primera norma deontológica de la enfermería.»
Alrededor de 1 de cada 10 pacientes resulta dañado cuando es atendido en los centros sanitarios y cada año, más de 3 millones de personas fallecen como consecuencia de ello. Más de la mitad de estos daños se pueden prevenir, y la mitad se debe a medicamentos.
El papel que desempeñan las/os enfermeras/os es fundamental y se centra en prevenir y reducir los riesgos, errores y daños que puedan sufrir los pacientes durante la asistencia sanitaria. Enfermería pieza clave en la administración de cuidados, comunicación con los equipos multidisciplinares, gestión de recursos, prevención de eventos adversos y educación de los paciente y familiares, así como de la población en general, para que sean parte activa de su proceso y también intervengan en su propia seguridad. A la misma vez que potencia y fomenta la cultura de seguridad del paciente.
Desde el Colegio Oficial de Enfermería queremos aprovechar para recalcar y visibilizar la implicación de las enfermeras en la seguridad del paciente y su participación activa a diario, en el programa de prácticas seguras que desde la Estrategia para la Seguridad del Paciente de Andalucía se llevan a cabo: identificación inequívoca de pacientes, prevención de las infecciones, prevención de caídas y lesiones, prevención de úlceras por presión, seguridad en las transfusiones, atención al dolor, transferencia segura de pacientes, uso seguro de medicamentos, seguridad en el proceso quirúrgico, prevención de la aspiración bronquial, prevención de la malnutrición y deshidratación, promoción de espacios libres de contención y uso seguro de radiaciones ionizantes.