La falta de enfermeras, su consideración como trabajadores públicos de un nivel inferior, la desidia política para que se concreten las especialidades de Enfermería, la jubilación anticipada, las 35 horas semanales y la precariedad laboral han centrado el encuentro entre el Consejo General de Enfermería y representantes de distintas asociaciones de enfermeras de ámbito nacional y autonómico.
Durante más de dos horas, se han analizado los objetivos y estrategias comunes para combatir los agravios hacia la profesión que cuida de las personas las 24 horas, los 365 días del año y que ha sufrido en la primera línea de la mayor emergencia sanitaria en décadas.
Desde el Consejo General de Enfermería se valora el clima de diálogo que preside desde hace algún tiempo las relaciones entre todos los colectivos que conforman la profesión y se apuesta por una lucha coordinada para lograr reivindicaciones históricas y justas desde la unidad y el consenso. Las demandas que han trasladado las asociaciones presentes -de forma virtual y presencial- son en gran medida compartidas por toda la Organización Colegial de Enfermería.
En la reunión han estado presentes los representantes de diferentes asociaciones como Enfermería Digna -Borja Manzanares y Ángel Valbuena-; Enfermería Madrid Unida, representada por Borja Gutiérrez; Francisco Prieto, de la Plataforma Jubilación Anticipada Voluntaria en Instituciones Sanitarias; Raquel Celador, en nombre de Enfermeras Islas Baleares en Lucha y Alba Rodríguez, por Enfermeiras eventuais en loita de Galicia; además de algunos enfermeros a título particular como el influencer Víctor Aparicio. Por parte del Consejo General han participado uno de sus vicepresidentes, José Luis Cobos y el secretario general, Diego Ayuso, quienes han recogido las propuestas y compartido líneas comunes de acción, como la movilización en las calles, algo que fue planteado en la última Asamblea de la Organización Colegial y recabó un gran apoyo por parte de los presidentes de los colegios de enfermería.
El enfermero de Urgencias del Hospital de Mataró (Barcelona), Borja Manzanares, en representación de Enfermería Digna, ha declarado al finalizar el encuentro que “es un momento en el que tenemos que salir a reivindicar todos nuestros derechos. Estamos muy mal en toda España en todos los aspectos y hay que trabajar juntos para luchar por ello, por cuestiones que nos afectan a todos como el A1, las especialidades, el tema de la jubilación anticipada… El tema del A1 es una falta de respeto hacia las enfermeras, que nos corresponde por los años de dedicación, por la formación continuada y por el nivel de responsabilidad que tenemos en nuestros puestos de trabajo. Estamos hartos de homenajes, de estatuas, de aplausos… de eso no se come. La vocación es muy barata y la profesionalidad se tiene que pagar”.
Desde el CGE se apoya la organización de una gran marcha o concentración para reivindicar una serie de cuestiones que son de justicia -aunque los políticos lleven años o décadas sin tomarlas en serio- y que sin duda será respaldada por la sociedad española, por esos ciudadanos que saben el valor de las enfermeras y su incidencia en la salud de todos y en el sostenimiento de un sistema sanitario, fuerte, equitativo y de calidad.
Por la seguridad de los pacientes
Por su parte, Borja Gutiérrez, enfermero hospitalario del SERMAS y representante de Enfermería Madrid Unida, asegura que “respecto al A1 los requisitos de formación -cuatro años de Grado más dos de especialidad en el caso de muchas compañeras- y de responsabilidad, que nadie pone en duda, los cumplimos de sobra. Una concentración masiva es la mejor forma de que se nos vea a las enfermeras, de que los políticos sepan que estábamos muy mal mucho antes de la pandemia. Esta movilización debe ir de la mano de las instituciones y plataformas como las nuestras, además de sindicatos y otras asociaciones. Deben ver que no nos vamos a cansar de pelear por cosas que nos merecemos. Por otro lado, una ratio de pacientes adecuada por supuesto facilita nuestro trabajo, pero sobre todo garantiza la seguridad de los pacientes. Hay otros frentes, la jubilación anticipada, las especialidades, las 35 horas semanales, la carrera profesional, que sólo se consigue por vía judicial…”.
En la reunión estuvo presente asimismo el enfermero Víctor Aparicio, quien afirma que “hay que hacer un verdadero esfuerzo tanto por parte de la enfermería asistencial como por los que se dedican más a la parte administrativa por aunarnos y juntarnos, de ahí la intención de volver a nuestros colegios y al CGE, porque al final son los estamentos que tienen la capacidad y la potestad de cambiar la realidad que estamos viviendo. Tenemos la enfermería mejor formada y más cualificada de Europa y a la vez somos de las peor tratadas. El CGE se ha comprometido a promover una gran concentración nacional para generar una gran presión ante la Administración Pública. Estamos en un momento histórico en el que las enfermeras tenemos más cosas que nos unen de las que nos separan. Hay que mirar al futuro con una vista mucho más constructiva. Tenemos un enemigo común: el maltrato institucional”, concluye Aparicio.
Los representantes del Consejo General de Enfermeria han insistido en que se abre una nueva línea de trabajo con estas y otras asociaciones que no han podido asistir a la reunión y garantizan la continuidad del diálogo tanto para temas transversales y genéricos como para asuntos más sectoriales y específicos, ya que el Consejo General es la “casa” de todas las enfermeras y enfermeros de España cuyas puertas siempre están abiertas para tratar y debatir sobre cualquier tema profesional.