El presidente de la entidad colegial asegura que para mejorar la atención al paciente al final de su vida se debería contar con un diploma de acreditación en esta materia o incluso con una especialidad.
El Ilustre Colegio Oficial de Enfermería de Jaén (ICOEJ) considera que para mejorar la atención a los pacientes al final de su vida es fundamental que se homogenice en toda España la formación en cuidados paliativos. El presidente del ICOEJ, José Francisco Lendínez Cobo, apunta que para ello sería necesario contar al menos con un diploma de acreditación en esta materia o incluso con una especialidad, ya que hasta ahora el acceso formativo a este ámbito sólo se podía realizar a través de postgrados, cursos y másteres. “Tanto los pacientes que atraviesan una grave enfermedad como sus familias se merecen que el personal sanitario esté adecuadamente formado en cuidados paliativos” añade.
El presidente del ICOEJ pone de relieve que el currículum de competencias enfermeras en paliativos debería formar parte de los correspondientes sistemas de acreditación de profesionales y que se reconozca como una nueva especialidad de enfermería, como vía hacia la excelencia de la práctica profesional enfermera. “No podemos olvidar que todavía no existe una regulación académica formal de conocimientos específica debido a la juventud de esta disciplina de cuidados. En este caso, se da la premisa de que la regulación académica no va pareja a la necesidad social y sanitaria, existiendo un desfase que se suele cubrir con la formación continuada”, concluye.
La necesidad de unificar la formación en cuidados paliativos queda patente en el hecho de que en España más de 80.000 personas susceptibles de recibir atención paliativa no la reciben.
La enfermera en el ámbito de los cuidados paliativos participa en el control de síntomas, garantiza los cuidados, asegura el respeto por la autonomía y los derechos de la persona, ofrece acompañamiento, respeta los valores y estilos de vida, atiende la singularidad, persigue el bienestar, la calidad de vida, la continuidad de los cuidados y el trabajo en equipo. Para ello se centra en todas las dimensiones individuales, concretas y específicas del proceso de final de vida, en continuo cambio, evolución y complejidad, además de la atención a la familia durante todo el proceso de enfermedad y hasta después del fallecimiento, durante el proceso de duelo.
La enfermera de cuidados paliativos garantiza y promueve la atención paliativa de manera colaborativa con el resto del equipo multidisciplinar, contribuyendo a la continuidad asistencial, y a la prestación de cuidados adaptados a la persona y familia en situación de enfermedad avanzada y/o final de vida.