En esta época del año, llena de encuentros y nuevas ilusiones, me dirijo a todas y todos vosotros, las enfermeras y enfermeros que sois el corazón de nuestra profesión y un pilar esencial de nuestra sociedad.
La Navidad, para quienes estamos en esta profesión, nunca ha sido sencilla. Mientras el mundo celebra, nosotros seguimos cuidando. Entre turnos interminables, noches en vela y momentos que nos roban el aliento, no hay descanso, pero sí hay algo que siempre permanece: nuestra profesionalidad. Sabemos que nuestra profesión no entiende de fechas, y por eso quiero agradeceros, de corazón, vuestra fuerza y dedicación.
Habéis demostrado, una vez más, que la enfermería no es solo una profesión; es humanidad en su máxima expresión y una forma de vida. Durante este año hemos enfrentado retos enormes, desde los cambios en el sistema sanitario hasta las crecientes demandas de una sociedad que necesita más que nunca de nuestra labor. Pero también hemos avanzado, juntos, haciendo visible el valor real de nuestro trabajo.
Sé que en estos días festivos muchos de vosotros no estaréis con vuestras familias porque estaréis cuidando de otras. Sé lo que significa ese sacrificio, porque todos compartimos el mismo compromiso: estar cuando más se nos necesita.
Este año, sin embargo, también lleva consigo un pesar que no podemos ignorar. Quiero rendir un sentido homenaje a nuestras compañeras que, en las últimas semanas, han estado en primera línea atendiendo a los más necesitados tras el desastre de la DANA en Valencia. Su valentía y su humanidad nos recuerdan el verdadero significado de nuestra profesión.
Con especial tristeza y respeto, honramos la memoria de todas las víctimas y especialmente la de las compañeras fallecidas en este trágico suceso. No hay palabras suficientes para expresar el dolor por esta pérdida, ni para consolar a sus familias. Desde aquí, todo nuestro apoyo y cariño a sus seres queridos.
El futuro nos desafía con nuevos retos. Tenemos ante nosotros la responsabilidad de seguir reivindicando nuestros derechos, nuestra formación y el reconocimiento que merecemos. Y lo haremos, unidos, con la misma determinación con la que cuidamos cada día.
Por eso, en estas fiestas os invito a mirar hacia adelante con esperanza. Que no os falte nunca la ilusión, porque esa es la fuerza que nos mantiene en pie incluso en los momentos más duros. Y que tampoco os falte el tiempo para cuidaros a vosotras y vosotros mismos, porque sois nuestra mayor riqueza.
Desde vuestro Colegio no os queremos dejar de recordar que VUESTRO Colegio sigue siendo ese espacio de encuentro, acompañamiento y tranquilidad que surge al lado de tus compañeras y compañeros cuando más necesitas un consejo, un abrazo o un horizonte al que mirar.
Desde el Colegio de Enfermería de Jaén, y en nombre de toda la ejecutiva, os deseo una Navidad llena de momentos que os devuelvan todo lo que dais. Que el 2025 venga cargado de fuerza, unión y pasos firmes hacia el futuro que todos soñamos para nuestra profesión.
Con todo mi cariño, admiración y compromiso,
Antonio Álamo Morante
Presidente del Colegio Oficial de Enfermería de Jaén