El diario El País publica en su sección “Cartas a la Directora” una reflexión de la enfermera jiennense Lola Madero Calmaestra, que trabaja en el Hospital Neurotraumatológico de Jaén.
Titulada “La empatía de las enfermeras”, Madero escribe sobre la entrega del personal sanitario y como a veces la excesiva carga de trabajo les desmoraliza y angustia.
La empatía de las enfermeras
La mayor frustración del personal de enfermería es no poder hacer bien nuestro trabajo. Sentir que no nos da la vida, saber que no hacemos las cosas con la seguridad, dignidad y calidad necesarias. Preparar la medicación de más de 30 enfermos mientras acudes a otras tantas llamadas, apenas escuchar a los pacientes, demorar unos cuidados necesarios porque alguien de más gravedad nos necesita más, hacer en una jornada laboral más de 10 kilómetros en pasillos interminables, atender entre dos personas a decenas de enfermos… Todo esto nos desmoraliza, angustia y preocupa, aunque a nadie parezca importarle. Los enfermeros y enfermeras amamos nuestro trabajo y seguimos intentando cuidar bien a nuestros pacientes, aunque muchos días no nos da la vida.
(publicado en Cartas a la Directora de El País)