A una edad temprana, gracias a una experiencia en Familia Nativa donde pudo aprender inglés y descubrir un poco el país, se quedó encantada con Reino Unido. Aunque comenzó su carrera profesional como enfermera en el Complejo Hospitalario de Jaén (Maternidad) y en la Agencia Sanitaria Alto Guadalquivir, la idea de emigrar la tenía clara desde que terminó la carrera de Enfermería.
El principal motivo para irse a Inglaterra fueron las ganas de viajar, perfeccionar inglés y aprovechar la experiencia de poder hacerlo mientras trabajaba como DUE. Los primeros dos años y medio allí trabajó en la Unidad de Gastroenterología, en Southend-on-Sea, ciudad costera al sureste de Inglaterra, en un hospital del NHS (Sistema Nacional Británico de Salud) antes de trasladarse a Londres en 2014 para comenzar la especialidad de Matr0na en LSBU.
Su carrera como matrona es de, aproximadamente, unos 4 años y medio, durante este tiempo trabajó en el mismo hospital donde se especializó al Este de Londres (NHS), que contaba con la tercera unidad de Maternidad más grande del país (más de 8.000 partos al año). A finales del 2019 comenzó a trabajar para el Sescam, incluida la primera y segunda ola de la pandemia, hasta que en noviembre 2020 comenzó en el Distrito Sanitario Jaén como matrona en Salud Comunitaria.
¿Cómo afronta esta nueva etapa, tras su vuelta de Londres?
Al principio fue todo un choque de emociones, por el gran cambio cultural. Puedo decir que tengo nostalgia porque echo de menos la rutina, el estilo de trabajo, el ajetreo de Londres y amigos. A la misma vez, con un poco de miedo porque no conozco muy bien el SNS después de tanto tiempo, aunque ya trabajé en distintos hospitales de España pero, claramente, en cada sitio es muy diferente.
Pero sobretodo con mucha ilusión de poder trabajar y aprender donde nací, de estar cerca de mi familia y amigos y en especial muy agradecida de estar tan cerca de ellos ahora con la pandemia. En este sentido he tenido mucha suerte.
¿Cómo era el trabajo que desarrollaba allí?
Ser matrona en Inglaterra ha sido un papel exigente pero único, especialmente porque tuve la oportunidad de trabajar en el centro de bajo riesgo o casa de partos (“Birth Centre” – lugares basados en el mismo hospital o separados de éste donde las mujeres que no tienen complicaciones esperadas pueden ir a dar a luz en un ambiente tranquilo, no médico, para ser atendidas solo por matronas y auxiliares de maternidad).
Trabajar allí durante aproximadamente un año me enseñó verdaderamente cómo ser matrona en el sentido más estricto de la palabra, cómo ser la que acompaña a la mujer. Aprendí de matronas con mucha experiencia, no había Monitorización Cardiotográfica, por lo que tuve que desarrollar y valerme mucho más del resto de mis habilidades obstétricas, mis ojos, oídos e intuición para brindar atención de maternidad segura y de alta calidad. Acompañar a las mujeres de parto sin ninguna interrupción, apoyar un parto fisiológico con ninguna o la mínima intervención, se convirtió en una segunda naturaleza para mí. ¡Atender partos en el agua es increíble!
Además allí todas las etapas de la maternidad están atendidas por matronas y las matronas pueden rotar cada seis meses por las distintas unidades de maternidad así pues roté en plantas de prenatal, puerperio, paritorio y en la Unidad de Día, brindando atención prenatal adicional, monitorización Cardiotográfica e inducciones de parto (con balón de cook) a mujeres de bajo riesgo.
¿Cuáles son las principales diferencias respecto a la labor desempeñada, sueldo, consideración profesional, etc?
En diferencias comunes, la primera y más grande es que hay mucha más burocracia. Todo tiene un proceso mucho más administrativo y protocolizado y por ello todo el proceso tiene que ser completado rigurosamente y con copias de copias. También hay mucha más atención al aspecto social del cuidado al paciente y la enfermera actúa de enlace entre los distintos profesionales involucrados en esto, ya sean AP, hospitalización, trabajo social, terapia…
Otra diferencia común es la regulación de la educación continuada y la actualización de conocimientos. A nivel profesional todos los profesionales cualificados (DUEs, matronas, médicos, residentes…) deben cumplir con los requisitos del Marco de Conocimientos y Habilidades realizando CPD (desarrollo profesional continuo), formación obligatoria una vez al año. En Maternidad, por ejemplo, todos los cursos están vinculados a la especialidad y actualizados con la última evidencia científica: Lactancia materna, reanimación neonatal, Cardiotografia… También existen cursos comunes que todos los empleados deben realizar independientemente del puesto, como actualización de CPR o Manejo de Pacientes y Cargas.
Estos cursos son obligatorios están incluidos en la jornada laboral y además de ser pagados por la misma organización, si no se asiste, significa que no se puede continuar practicando. Esto es bueno para todos porque ayuda a promover un ambiente de aprendizaje saludable y equidad de acceso al conocimiento, lo que puede conducir a una fuerza laboral más preparada y realizada. En España puedes realizar cursos en el mismo hospital pero muchos para puntuación de bolsas y oposiciones son privados y el coste es mucho mayor.
Por otro lado, existe el NMC (El Consejo de Enfermería y Matronas), que es el organismo regulador de la profesión, al que debes pertenecer obligatoriamente para poder trabajar, y que existe para “salvaguardar al público” y asegurarse de que las enfermeras y matronas se adhieren a un estricto código de conducta/práctica profesional. A su vez, este organismo dispone realizar una Revalidación cada 3 años, en la que como enfermera, matrona o asociada de enfermería tienes que demostrar que prácticas de manera segura y eficaz; esto significa que debes demostrar un estricto número de horas de trabajo al año, de cursos actualizados, reflexiones escritas y una reunión con un supervisor. De esta manera se aseguran de la actualización de conocimientos y práctica profesional.
Como enfermeras, en España nuestra práctica abarca muchos más aspectos del cuidado lo que nos da una gran autonomía mientras que en Inglaterra la práctica enfermera es más rígida: los enfermeros ingleses eligen entre enfermería pediátrica, adulta o salud mental en la universidad y una vez titulados solo pueden trabajar en ese campo. Igualmente hay mucha más especialización laboral por áreas: hay enfermeras especialistas prácticamente de cada área de cuidados y ellas son la “autoridad” en lo referente a esa área (oncología, estomas, vascular, úlceras,…), fuera de ese área, sin embargo y a pesar de años de experiencia como enfermeras, pueden no tener más conocimientos que alguien recién graduado.
Sin embargo, aunque existe la misma oportunidad de especialización laboral, con “las matronas” ocurre al revés en términos de autonomía profesional: la matrona inglesa es en lo referente a la normalidad de la gestación, parto y puerperio, la máxima autoridad, trabajando completamente independientes y autónomas. Por poner un ejemplo: las matronas allí podemos dar altas a una puérpera en 6-7 horas después de un parto vaginal, decidimos cuando ingresar a los pródromos de parto, realizamos inducciones de parto a mujeres de bajo riesgo…
Las matronas además también tienen una variada gama de especialidades para elegir y promocionarse para ascender como: especialista en diabetes, salud mental, en el embarazo de adolescentes, etc.
Aunque se ve voluntad de cambio, en España todavía hay mucha cultura de medicalización del embarazo y el parto. En Inglaterra las mujeres tienen total libertad de elección sobre dónde y cómo parir, y en la práctica se valora mucho más el bajo riesgo y se promueve la normalidad, la baja intervención y la práctica basada en evidencia en todo momento. En España la mayoría de mujeres embarazadas lo primero que hacen es buscar un ginecólogo privado; en Inglaterra preguntan quién será su matrona. Una manera perfecta de explicar la diferencia es explicar que una mujer sin factores de riesgo que no sufra complicaciones no será vista por ningún ginecólogo a lo largo del embarazo, parto o puerperio.
En cuanto a las condiciones laborales / estructura laboral: no podría ser más diferente. Allí aunque los hospitales y centros de salud son de la sanidad pública, cada uno es de gestión propia. Cada servicio/planta tiene sus necesidades y los puestos de trabajo se ofertan públicamente y se accede a ellos a través de entrevista. A su vez, salvando que sea un puesto muy específico o para desarrollar algún tipo de proyecto, los contratos son indefinidos y con buenos salarios comunes a todo el NHS (una matrona con la misma experiencia y el mismo puesto de trabajo cobra lo mismo en cualquier parte del país) –aunque existe un plus salarial de zona de alto coste para la gente que trabaja en Londres. Sin embargo la calidad y coste de vida en España es más barato.
También existe diferencia en la manera de cubrir las vacantes puntuales: en Inglaterra no existe la plantilla flotante, si no la plantilla BANK. Un profesional puede pertenecer a la plantilla permanente o a la plantilla bank o a ambas. Los profesionales bank pueden decidir cuándo y dónde y cuántos turnos quieren trabajar y obviamente se remuneran como horas extras.
Esta estructura es también la que provoca diferencias entre las enfermeras y matronas españolas e inglesas. La realidad de la enfermería y sus especialidades en España es la precariedad, lo que se traduce en que al trabajar en diferentes servicios y teniendo un sistema aleatorio de llamamientos en bolsa, los enfermeros son capaces de saber un poco de todo, pero también necesitan saber un poco de todo para poder trabajar. Yo he pasado 3 años sumando puntos en un hospital público gracias a mi experiencia laboral en el NHS, que me han contado igual que cualquier otro hospital público de España o de la UE, pero hubiera sido imposible que lo hubiera conseguido directamente tras especializarme en España.
Ha vuelto en plena pandemia mundial, ¿cómo cree que lo hubiera vivido allí, por lo que sabe de sus compañeras?
A nivel profesional creo que hubiera estado trabajando con mucha incertidumbre, mucha ansiedad y estrés… puesto que los números en Reino Unido eran muy malos y lo siguen siendo. Creo que hubiera doblado muchos turnos hasta el punto de burn out como lo están haciendo mis compañeras y también aquí.
Lo cierto es que incluso ahora viviendo en España, alrededor del mismo barrio, de familiares y amigos, aunque no podamos abrazarnos, si me hubiera quedado allí el miedo a no poder coger un avión en cualquier momento me hubiera generado mucha preocupación e incertidumbre. Tendría mucho temor a enfermar lejos de casa o al contrario, mucho miedo a que mis familiares enfermaran mientras estaba yo allí. Creo que lo hubiera vivido con mucha angustia e impotencia.
¿Qué balance hace de los meses que lleva trabajando en Comunitaria?
Ha sido la primera vez que trabajo en Salud Comunitaria y lo estoy disfrutando mucho. Al principio con miedo y mucho estrés al ser otra vez un cambio de región y del sistema sanitario pero ahora me encanta. El papel de la matrona en comunitaria difiere drásticamente al del hospital, la relación que tenemos la matrona con las mujeres es muy estrecha en comunitaria puesto que colaboramos en la continuidad de sus cuidados de embarazo y postparto así pues logramos mucha confianza. Esta nueva etapa me está ayudando además a actualizar mis conocimientos en promoción de la salud y abogar por partos humanizados y respetados informando a la mujer.
¿Cuáles cree que son las principales deficiencias con las que se tienen que enfrentar a diario las matronas?
Niveles bajos de personal, tanto aquí en España como en Reino Unido. Las matronas proporcionamos una atención integral a la salud, sexual, reproductiva y maternal de la mujer en todas sus facetas, por ello la falta de un número suficiente de matronas conlleva que no podamos desarrollar todas nuestras competencias y funciones de manera segura. Pienso que hay una deficiente situación de la Atención Maternal en Atención Primaria ya que carece de continuidad al reducirse la presencia de la Matrona dos a tres días a la semana y tener que dividirse centros. Esto conlleva la disminución en el tiempo empleado en cada consulta (15-20 minutos) que no son suficientes para una atención de calidad e individualizada. Lo necesario sería una matrona por cada Centro de Salud.
Por la parte de Atención Especializada en mi experiencia he trabajado guardias de 26 horas yo sola en las que se me han presentado casi dos partos seguidos, por suerte resueltos sin complicaciones, pero estamos viviendo un incremento cada vez más de embarazos de alto riesgo, es necesario que haya suficiente personal para brindar, idealmente, atención individualizada en el paritorio y para retener los números seguros si una matrona la trasladan a planta o enferma. Más matronas permitirían que todas las mujeres recibieran atención personalizada durante el trabajo de parto. Eso también reduciría las tasas de intervención, estancias hospitalarias posnatales y reducción de costos para reinvertir en servicios.
Y falta de recursos, en AP necesitamos la idoneidad de consultas amplias para pasar consulta de embarazo y salud reproductiva para así evitar desplazar a las matronas a otras consultas cuando el material es antiguo o no se encuentra disponible en la misma consulta. En atención especializada los protocolos y las instalaciones deberían de adaptarse a las necesidades y preferencias de las gestantes y no al revés. Y sobre todo revisarse rigurosamente para incluir la evidencia más actualizada.
Y, esta situación de pandemia, ¿cómo les está afectando a las matronas y a las pacientes?
En mi experiencia en el hospital el proceso ha sido agotador y creo que muchas matronas lo están viviendo igual, en los picos de los contagios sufres más estrés porque no sabes qué puede pasar y no te quieres contagiar. Si bien hemos sido formados para enfrentar crisis de salud, es distinto hacerlo cuando las medidas son extraordinarias y con protocolos estrictos. Tienes que estar pendiente de cada detalle, porque cada cosa que puedas hacer mal te expone a ti y al resto. Las pacientes están asustadas, con un estrés enorme porque pueden ser separadas de sus hijos, por lo que debes contenerlas y estar con ellas. Esta es una situación que nos supera a todos.
En AP los controles de embarazo se siguen realizando en la consulta pero la Educación Maternal, tan importante, se ha visto perjudicada al igual que en la mayoría de países. Por ello, la Iniciativa tan bonita que el Colegio de Enfermería de Jaén junto con el equipo de matronas de Jaén ha realizado, es una estrategia vital para dar respuesta a las gestantes y madres que tienen a sus bebés durante esta pandemia.
¿Cómo está viviendo personalmente esta situación de pandemia y qué mensaje le gustaría transmitir a los profesionales de la enfermería que están en primera línea ante la Covid19?
El día a día de los profesionales sanitarios continúa siendo muy difícil, hay días muy tristes y otros de invasión de alegría cuando ves que las personas se recuperan, ¡Imagina una puérpera después de 3 semanas que sale de la UCI para conocer y estar con su bebé por primera vez!
Personalmente creo que esta situación nos ha fortalecido y hemos conseguido mucho apoyo continuo a pesar de las dificultades.
En AP las gestantes todavía muestran mucho miedo cuando se acerca el momento del parto, transmiten su incertidumbre acerca del acompañamiento de sus familiares/pareja.
El lunes me pusieron la segunda dosis de la vacuna Pfizer y siento un gran orgullo a la misma vez que entusiasmo por poder seguir dedicándome a lo que me gusta ya inmunizada.
Solo quiero agradecer enormemente a todo el personal sanitario en primera línea desde nuestras queridas enfermeras hasta los cirujanos, los médicos, los celadores, auxiliares…
A todos los que trabajan en primera línea, gracias. En estos tiempos increíblemente aterradores, vosotros nos mantenéis con vida… así que gracias.