Entrevista a Jesús Alcázar de Dios sobre accidentes con riesgo biológico

“Es muy difícil conocer la verdadera magnitud de la problemática de los accidentes con riesgo biológico en la actividad sanitaria”

Jesús Alcázar de Dios, Especialista en Enfermería del Trabajo

Especialista en Enfermería del Trabajo, desarrolla las funciones propias de dicha especialidad en la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales del distrito sanitario de Jaén – Jaén Sur desde su creación en el SAS en 2005.

• ¿Qué son los accidentes de riesgo biológico?

Podríamos definir Accidente con Riesgo Biológico al contacto con sangre, tejidos u otros fluidos corporales potencialmente contaminados por agentes biológicos susceptibles de originar cualquier tipo de infección, alergia o toxicidad, a través de inoculación percutánea o contacto con una herida abierta, piel no intacta o mucosas, durante el desarrollo de actividades laborales. Son muchas y muy diversas las actividades laborales donde los trabajadores pueden verse expuestos a alguno de los agentes biológicos que se recogen en el RD 664/1997 de 12 de mayo sobre la Protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados a su exposición, pero sin duda la Atención Sanitaria, y en concreto Enfermería, en cualquiera de sus múltiples áreas de trabajo, podríamos señalarla (y así lo demuestran las estadísticas de este tipo de accidentes) como una de las de mayor riesgo de exposición.

• ¿Cuáles son los accidentes más frecuentes?

En primer lugar, me gustaría destacar la dificultad en conocer la verdadera magnitud de la problemática de los accidentes con riesgo biológico en la actividad sanitaria, dada la infradeclaración de los mismos: por señalar algunas estadísticas al respecto, en el último estudio multicéntrico EPINETAC (Hernández et al., 2005), se considera que la infradeclaración en España de estas exposiciones se estima en un 60%, los accidentes reales.

Dicho esto, si revisamos las estadísticas a cualquier nivel (provincial, estatal e incluso mundial) en el análisis de accidentalidad por riesgo biológico podríamos destacar que:

– Las exposiciones percutáneas (pinchazo, corte, rasguño…) son las de mayor frecuencia por encima de la exposición a mucosa o piel no intacta.

– El fluido o material contaminante implicado en los accidentes fue principalmente la sangre o derivados (incluidas soluciones diluidas con sangre visible).

– En relación con los lugares donde tiene lugar el accidente, destacan servicios como Cirugía General, Traumatología o Urgencias en el ámbito hospitalario, y las consultas de Enfermería, atención a domicilio y nuevamente Urgencias en atención primaria. Los objetos cortopunzantes que causaron más accidentes fueron las agujas huecas subcutáneas, IM e IV, así como las macizas de sutura durante su manipulación, recogida y eliminación.

– La tasa de distribución por sexos presenta cifras similares entre hombres y mujeres, y tampoco se observan diferencias significativas por grupos de edad. Sin embargo, algo que considero muy importante señalar en relación con la categoría profesional, es que la mayor tasa de accidentes con riesgo biológico se produce en Enfermería con una clara diferencia sobre el resto de las profesiones expuestas.

• ¿Cómo pueden prevenirse?

En primer lugar, me gustaría destacar que, desde el punto de vista preventivo, los accidentes no son nunca eventos fortuitos, existiendo siempre factores controlables y evitables que aumentan su riesgo de aparición. El campo de los riesgos biológicos no es una excepción, y entre las medidas preventivas frente a los mismos en las que nos debemos centrar, cobran especial importancia las siguientes:

• Una adecuada formación e información de los trabajadores acerca de este tipo de riesgos y sus consecuencias sobre la salud.

• El seguimiento estricto de las medidas de precaución estándar y las asociadas a los mecanismos de transmisión.

• La existencia de protocolos de trabajo específicos en aquellas actividades o tareas que impliquen exposición a agentes biológicos.

• La introducción de materiales y equipos con mecanismos de bioseguridad. • La vigilancia epidemiológica.

• ¿Existe un protocolo de actuación ante este tipo de accidentes?

Así es. En caso de exposición accidental a agentes biológicos, los profesionales deberán seguir las indicaciones contempladas en el Protocolo de Actuación Sanitaria en Accidente Biológico (PASAB) específico de su centro y que debe ser conocido por todos los trabajadores. El objetivo último de estos protocolos es el de garantizar una asistencia sanitaria y una protección eficaz de los trabajadores que permita reducir al máximo los posibles efectos de dichos accidentes, incidiendo en la importancia de su notificación y registro.

Se incluyen pues en dichos protocolos, todos los pasos a seguir por los distintos agentes implicados (trabajador, mando intermedio, vigilancia de la salud…), funciones y responsabilidades de los mismos, medidas de actuación inmediata y de seguimiento de la exposición, documentación de referencia para la notificación y registro…

• ¿Qué estadísticas se manejan en Andalucía?

En los centros sanitarios públicos del SAS, las Unidades de Prevención de Riesgos Laborales (UPRL) disponemos de un sistema centralizado de notificación y registro de este tipo de accidentes e incidentes que nos permite obtener, a través de una aplicación específica, información detallada acerca no sólo del número de accidentes que se producen sino de las principales características de los mismos (distribución de accidentes por categorías profesionales, sexo, grupos de edad, lugar o servicio donde se produce, material implicado…).

Sin duda, la vigilancia epidemiológica y su reflejo a través de estadísticas, resultan fundamentales para poder dar visibilidad al problema de los accidentes biológicos y establecer las medidas preventivas necesarias desde todos los ámbitos que intervienen en su posible aparición, por lo que cada una de las unidades de prevención en los ámbitos de Atención primaria y hospitalaria, analizamos periódicamente los datos que posteriormente tienen su reflejo en un informe anual elaborado por el SAS. Como ya he señalado antes, destacar que Enfermería, como profesión sanitaria con mayor nivel de competencias en actividades de asistencia y contacto directo a pacientes, presenta las mayores tasas de registro de accidentes biológicos si realizamos cualquier revisión bibliográfica al respecto.

Como aspectos a mejorar en este campo, señalaría la importancia de poder incluir en un registro centralizado autonómico los datos relativos al ámbito privado, y fundamentalmente, llevar a cabo campañas específicas de sensibilización acerca de la importancia de la declaración de este tipo de accidentes por parte del trabajador accidentado.

• ¿Son un problema serio para la salud del personal sanitario?

Si bien los principales daños a la salud que se pueden originar por sufrir un accidente biológico no se refieren a la posible herida producida (pinchazo, corte…), hay más de 20 patógenos potencialmente transmisibles por esta vía, siendo los más importantes los virus de hepatitis B (VHB), hepatitis C (VHC) y el virus del SIDA (VIH). Es evidente que estamos ante enfermedades significativamente mórbidas e incluso mortales, ya que de hecho, estos agentes biológicos están incluidos dentro de los grupos 3 y 4 del Real Decreto 664/1997 de 12 de mayo sobre la protección de los trabajadores contra los riesgos relacionados con la exposición a agentes biológicos durante el trabajo, lo que significa que pueden provocar una enfermedad grave al trabajador, con riesgo de propagación a la colectividad y para los que no siempre existe una profilaxis o tratamiento eficaz. Así que, sin duda, los accidentes con riesgo biológico constituyen un serio problema de salud laboral por su elevada frecuencia, potencial gravedad, y los costes que conllevan. Y dentro de estos costes, me gustaría señalar que no sólo debemos centrarnos en los costes económicos: en mi experiencia profesional, he podido comprobar en los compañeros/as accidentados, las consecuencias emocionales de incertidumbre y temor a una posible infección, que en algunas ocasiones hacen necesarias intervenciones de apoyo psicológico.

• ¿Se encuentra la exposición al SARS CoV2 entre los accidentes con Riesgo Biológico? ¿Cómo crees que ha afectado a la Enfermería?

Si bien, como todos sabemos, la Organización Mundial de la Salud (OMS), declaró oficialmente la nueva enfermedad por coronavirus (COVID-19) como una pandemia mundial el 11 marzo de 2020,  hubo que esperar hasta diciembre de 2020, donde la  Orden TES/1180/2020 del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, consideró que el SARS-CoV-2 debía añadirse con carácter urgente al grupo III dentro de la clasificación de los agentes biológicos.

En mi opinión, la pandemia de COVID-19 ha abierto los ojos al mundo sobre la importancia de las enfermeras. Una vez más hemos dado un paso adelante en todos los ámbitos y durante cualquier época en esta crisis sanitaria (desde la asistencia directa al paciente en primera línea, a las labores de registro y seguimiento, la vacunación, docencia y promoción de la salud, liderazgo de equipos, gestión…) Pero sin duda, todo ello ha supuesto un esfuerzo y un mayor riesgo de exposición no ya solo en términos específicos de Riesgo Biológico. A través de la vigilancia de la salud en nuestra Unidad de Prevención, observamos las consecuencias que el desgaste físico y emocional de la pandemia está ocasionando en algunos trabajadores, las analizamos de manera individual y colectiva, y tratamos de ofrecer los recursos o apoyos necesarios para minimizar sus efectos y recuperar cuanto antes la salud en nuestros compañeros.

• ¿Qué opinas del ICOEJ y la labor que desempeña?

El ICOEJ, siempre ha demostrado ante cualquier problemática o riesgo asociado a sus colegiados, una clara predisposición a dar visibilidad de los mismos, y a proponer e implementar todas las medidas preventivas o actuaciones de mejora que estén a su alcance o con cuya intervención, se consiga lograr una necesaria sensibilización de administraciones públicas, privadas o incluso de la sociedad en general.

Sin ir más lejos, en fechas recientes el Colegio ha organizado la I Jornada de Prevención de Agresiones en el ámbito sanitario, un problema sobre el que en mi práctica en la Unidad de Prevención de Riesgos Laborales también tengo amplia experiencia y que, dada la calidad de los ponentes, la amplia participación y su repercusión en los medios, ayudará sin duda a reducir este tipo de conductas sobre los profesionales de enfermería.

Desde aquí aprovecho la oportunidad que me brinda la Revista del Colegio de Enfermería, y planteo la posibilidad de organizar unas jornadas de conocimiento y debate acerca de los Riesgos Biológicos dada su especial importancia en la seguridad y salud de nuestro colectivo.